Transferencia de embriones

Como lo indica su nombre, esta técnica reproductiva consiste en obtener un embrión de una receptora donante y transferirlo en una yegua receptora que será quien lleve a cabo la gestación. 

La yegua donante normalmente es aquella yegua que posee un gran valor genético y de la cual se desea obtener más de una cría al año, entonces para esos casos esta técnica es una de las más recomendadas. 

La donante debe ser esa yegua con grandes características deportivas o morfológicas, con una genética única de la cual su propietario desea obtener un beneficio. Algunos ejemplos de donantes ideales podrían ser, aquellas que se encuentren realizando un deporte durante la temporada de reproducción donde el hecho de estar preñada no favorece que pueda llevar a cabo el deporte correctamente o corra cierto riesgo dicha gestación. Yeguas que, por su valor genético, su dueño desea obtener más de una cría al año con el objetivo de aumentar su número de descendencia en un corto periodo de tiempo. Yeguas que a pesar de su gran valor genético, por su edad avanzada no es recomendable preñarla y con esta técnica se pueden obtener mayor número de crías. 

A la hora de elegir una yegua como receptora, hay que tener en cuenta algunos puntos importantes, ante todo entender que estas yeguas serán las que mantengan la gestación de esa cría tan importante que se desea obtener, por lo tanto la salud de la receptora es indispensable, debe ser una yegua sana, con buena conformación, que haya parido alguna vez (opcional), que tenga al menos 3 años y no más de 12 años preferentemente, se la debe alimentar correctamente y brindar las condiciones necesarias para que logre el objetivo de criar un potro sano.

En varias ocasiones me han realizado esta pregunta y mi respuesta siempre es la misma, cuanto más yeguas receptoras tengamos mejores serán los resultados ya que al momento de transferir el embrión se elegirá la que mejor se encuentre en ese momento y en la que mejores resultados se esperen. Así también, se pueden hacer embriones teniendo una sola receptora, sobre todo dependera de la cantidad de embriones que quiera obtener el propietario.

En números generales se dice que al menos se necesitan dos o tres yeguas receptoras por cada donante que tengamos.

Si el cliente desea realizar embriones pero no posee yeguas receptoras, uno de los servicios que se ofrece es la vitrificación/congelación del embrión. Esta técnica nos permite obtener el embrión de forma convencional, y en lugar de transferirlo dejarlo almacenado en un tanque de nitrógeno líquido hasta que se encuentre una receptora ideal para transferir ese embrión. 

Para el programa de T.E. se requiere de una yegua donante a la cual se la tratara de la misma manera como si se tratara de dejarla preñada, es decir, se induce la salida a celo, se realiza un seguimiento ecográfico hasta determinar el momento de la inducción de la ovulación y posteriormente la inseminación artificial. Luego de haber inseminado la yegua con el semental previamente seleccionado, se evalúa la ovulación de la yegua, punto muy importante para determinar el día de lavaje de nuestra donante. 

En simultáneo, se debe evaluar ecográficamente la yegua receptora ya que debemos prepararla/sincronizarla para poder transferir ese embrión que obtendremos. El objetivo de la sincronización es lograr que, tanto la yegua donante como la o las yeguas receptoras entren en celo con pocos días de diferencia, lo cual nos ayudará a que al momento de la ovulación de las yeguas haya al menos dos días de diferencia entre las dos categorías de yeguas.